miércoles, 9 de mayo de 2012

Miércoles musicales (2): Death Cab for Cutie

Nuevamente, tras mucho tiempo sin vernos (¿Leernos?), vengo con un nuevo Miércoles Musical.

El grupo del que os hablaré hoy es Death Cab for Cutie, cuatro chicos americanos que tocan rock alternativo.
Los conocí gracias a un amigo ruso que había posteado una canción suya en el muro de su vkontakte.

La trayectoria de esta banda en el mundillo comenzó hace ya más de una década, en 1997, como un proyecto personal de Ben Gibbard (su guitarrista).
Desde entonces, han publicado ya siete álbumes de estudio: Something about airplanes (1998), We have the facts and we're voting yes (2000), The photo album (2001), Transatlanticism (2003), Plans (2005), Narrow stairs (2008) y Codes and keys (2011).



I will follow you into the dark es la canción que tenía mi amigo y, por lo tanto, la primera que escuché de esta banda americana. Durante mucho tiempo me tuvo completamente obsesionada y durante mi carrera literaria me ha inspirado muchísimo (con Bienvenido, cielo gris es una pasada).

Otra canción del mismo disco (para mí el mejor que han sacado, junto con Narrow stairs). Se trata de Someday you will be loved y aunque ahora mucha gente la conoce por haber salido en una de las películas de la saga Crepúsculo (no tengo ni idea de en cuál; personalmente me quedé en la primera y gracias), ya tenía fans de antes.

sábado, 28 de abril de 2012

Tous les garçons et les filles




Mi vida tiene un tiempo límite. Bueno, todas lo tienen, pero rara vez nos damos cuenta. Yo lo hice por primera vez poco después de bajar del autobús que me llevaba desde mi casa junto al mar a la cafetería
Starbucks, en el centro de la ciudad.

El día era espléndido. El sol brillaba tímidamente desde su lugar en lo alto del cielo y soplaba una leve brisa que revolvía mis cabellos y mi falda de seda. Mi hermosa falda de seda comprada apenas una semana antes y estrenada aquella misma mañana para la que sería mi primera entrevista de trabajo. La misma falda de seda que mostraba mis piernas fuertes y delgadas por las que no dejaban de cuchichear dos muchachos sentados enfrente de mí. A medida que nos acercamos a mi parada, presioné con fuerza el botón rojo de
stop y les dirigí una última mirada de desprecio. Luego las puertas se abrieron y caminé desairada- y en el fondo orgullosa- por las anchas calles de la avenida principal.

Al notar una ligera vibración bajo mis pies, estaba segura de que sería debido al largo tiempo que había permanecido en pie dentro del autobús, por lo que mi cuerpo aun no se había habituado a la 
 falta de movimiento. Continué caminando. La vibración se hizo mayor, tuve que agarrarme a un escaparate para mantener la estabilidad. “Será un terremoto, pues” pensé resoplando con molestia. Había olvidado el portafolio con todos los bocetos de mis diseños en Starbucks, así que había tenido que desplazarme desde mi casa hasta el centro de nuevo. “¡Si al menos no tuviese tan mala memoria, habría cogido el terremoto en la tranquilidad de mi habitación y no aquí, en esta situación tan inoportuna!” protesté para mis adentros, repitiendo todos los pasos a seguir en caso de seísmo, tan fehacientemente memorizados desde mi niñez.  
 La tierra del Sendai, en la prefectura de Miyagi, constantemente sufre de temblores, por lo que para mí aquello podía llegar hasta a ser comparable a un trámite ocioso. Las personas a mi alrededor, apiñadas en la bulliciosa avenida, tampoco se mostraban especialmente agitadas. Situaciones semejantes son habituales en Japón, no nos preocupaba. “¡Vaya fastidio, más vale que ningún amigo de lo ajeno se haya hecho con mi portafolio a estas alturas!” fue lo último que pensé antes de cambiar de idea drásticamente. El seísmo, lejos de desaparecer, atacó con más fuerza, removió el subsuelo aun con más intensidad. Para cuando nos dimos cuenta de que aquel no era un terremoto como los anuales, ya era demasiado tarde: los edificios se desplazaban, el asfalto se resquebrajaba y las bombillas de las farolas estallaban. Nuestras construcciones, levantadas expresamente para soportar los movimientos de la tierra, caían como castillos de naipes en medio de aquel inesperado descontrol. Nadie mantenía la calma, el sonido de los cristales al romper se entrelazaba con los gritos de los niños asustados.
(adaptación)
Haiku para un hijo muerto
(Primer premio del XVII Concurso Literario de Camargo)

domingo, 22 de abril de 2012

Nowhere else

Allí estaba ella, sentada sobre su porche, abrazando firmemente su libro preferido. Bueno, en realidad no estaba muy segura de que realmente fuese su libro preferido, pero había escrito una cita de Harun Yahya en él. Debía ser importante. Pero no exageremos. Callit estaba dispuesta a aceptar cualquier argumento con tal de que aquel francés cabezota saliese de esa puerta de madera vieja y se manifestase. Daba igual lo que dijese, solo tenía que ser algo. En aquellos momentos, Callit habría matado por volver a escuchar ese Sucrez-me la bite, o la risa seca y contundente del muchacho. Quizá, incluso, estuviese loca de deseo por ser la destinataria de las mismas palabras que había rechazado: Je crois je t'aime un peu...
Nunca lo habría admitido porque su madre, Victor e incluso Angie estaban en lo cierto. Se había convertido en una chica de hielo. Y lo mejor que podía hacer, mientras aquel basto cielo azul cobalto se extendía y extendía ante ella, mientras la cálida brisa de las noches de verano se cernía sobre ella, era empezar a descongelarse. Porque Marcus se había ido, porque su padre estaba en la guerra, porque  Pete y Edward no iban a perdonarla nunca, porque Victor aun estaba ahí.




Corazón de mariposa

viernes, 20 de abril de 2012

I'm a writer ! (2): La documentación

Esta entrada tenía pensado publicarla el martes (por eso de hacerlo semanalmente y tal...), pero decididamente fue una mala idea fijar esta sección para un día en el que tengo clase por la tarde, así que en un futuro intentaré encargarme de ella los jueves-viernes.
Ya que antes tratamos los esquemas, hoy daremos un saltito al paso número dos que todo escritor debe tener en cuenta. Da igual que tu novela sea realista o fantástica, que se enmarque en tu ciudad o en la China, siempre deberías echar un vistazo a la web para hacerla lo más creíble posible. Evidentemente, esta labor se multiplica cuando escribes histórica, pero incluso en las épocas más actuales es necesario un trabajo de investigación previo que hará que nuestro libro sea lo más completo posible.
Así que... ¡Empecemos por el principio! Osease, los nombres. Una vez que ya has decidido el país en el que se situará tu obra, deberías cerciorarte de que los personajes adopten nombres del país.
Pero claro, no todos sabemos ruso, japonés o suajili, no problem! Nuestro amigo Google nos ayudará. En la web hay un extenso listado de buscadores de nombres, así que os daré los links de los que más utilizo yo.
~Mujer Terra.
~Baby Center.
~Todo papás.
~Orígenes de nombres.
Básicamente, introduces el país de procedencia del nombre y el sexo de tu personaje y te salen varias opciones para elegir. Algunos, tan majos ellos, incluso incluyen el significado del nombre en concreto (especialmente con los asiáticos, que ahora está muy de moda llamar a tu hijo Wei Li porque significa Vida Eterna, etecé, etecé, etecé).
Aunque claro, hay algunos nombres que tienen truco y muchas veces no se dan cuenta ni autores consagrados. Por ejemplo, rara vez veo los nombres rusos escritos correctamente. Ahora os preguntaréis desde cuándo me he vuelto tan puntillosa, pero es que soy una rusófila redomada y me hace mucha gracia encontrar, por ejemplo, Dimitri en vez de Dmitry o un Aleksandr convertido en Alexander... que sí, que soy una pesada, pero este no es el problema.
El apellido de las mujeres rusas siempre termina en a. Vamos, que si el apellido de tu padre o tu marido es Gorvachov (sin segundas políticas, que hoy ando muy espesa y no se me ocurre ningún otro), el tuyo sería Gorvachova. Algo parecido ocurre con el patronímico, lo que viene a ser un "hijo de..." y que constituye el segundo nombre de una persona. Todos lo tienen, tanto hombres como mujeres. Consiste en el nombre del padre más el sufijo -evich (para chicos) o -evna (para chicas). En otras palabras, si el padre se llama Mijail (para continuar con el ejemplo de Gorvachov), el patronímico del hijo sería Mijailevich y el de la hija Mijailevna.
Pero ahora olvidémonos de los nombres (no quiero pasarme horas divagando sobre ellos, que ya tengo bastante con memorizarme seis hojas de toponimia latina) y pasemos a la documentación en general. Este proceso no debería llevar menos de una semana, aunque la duración evidentemente puede estenderse en el tiempo en función de lo documentada que deba estar una obra. No debemos limitarnos a una sola página, y menos en el caso de las novelas históricas, ya que todo es muy interpretable. Yo misma, hace poco, estuve documentándome sobre la vida en la Unión Soviética (¿Qué me pasa a mí hoy con Europa del Este?) y me encontré de todo. Desde detractores diciendo horrores de ella hasta nostálgicos que la ensalzaban. En situaciones parecidas, lo mejor es recurrir a testimonios de personas que lo hayan vivido. Evidentemente, te encuentras que ni era el infierno ni el paraíso, sino un término medio, como casi todo.
Estos testimonios son también muy valiosos con experiencias como guerras, violaciones, enfermedades... a veces es más difícil y otras menos ponerse en la piel del personaje, pero siempre tendrás una ayuda extra al contar con el relato de alguien que lo ha vivido en sus propias carnes.
Otro truquito a la hora de documentarse es no cortarse un pelo a la hora de buscar información en el idioma original. En otras palabras, si quiero saber algo más sobre el Holocausto en Hungría, es muy útil utilizar el traductor (la mayor parte de las veces horrible) y sacar algo en limpio.
Recordad también echar un vistazo a las distintas culturas, religiones, estilos de vida... mientras escribimos debemos olvidarnos de que somos ciudadanos occidentales e intentar ver el mundo con los ojos con los que lo haría nuestro personaje.
Por último, pero no menos importante, os dejo un enlace del foro de Laura Gallego en el que los miembros se ayudan con la información. Ya sabéis, comentáis cuál es vuestro problema y los foreros intentarán ayudaros en la medida de lo posible.

miércoles, 18 de abril de 2012

Miércoles musicales (1)


Hoy estrenamos sección con esta maravillosa canción (Francis) de mi artista preferida, Coeur de Pirate.

Coeur de Pirate (Corazón de Pirata) es el nombre artístico de Béatrice Martin, una cantante canadiense de 22 años. Ella, además de ser solista, toca el piano y escribe las letras de sus singles. Su primer disco, de nombre homónimo y al que pertenece esta pieza, salió a la venta en 2008. El año pasado publicó su segundo trabajo, Blonde, cuyo título alude al color de su pelo (rubio) y al argot de Quebec, en el que cobra el significado de 'novia'. Blonde alcanzó el número 1 de las listas de Canadá, el 2 de la Bélgica francófona y el 5 de Francia. Asimismo, fue nominado para el Álbum francófono del año en los Premio Juno del 2012.

¿Por qué me gusta tanto? Muy fácil. En primer lugar, seamos sinceros, que los franceses no ganen nada desde que la Torre Eiffel era un andamio no quiere decir que su idioma no sea el más bonito. Si alguien te dice je t'aime, idependientemente de quién sea, te enamoras. Y lo sé por experiencia propia.
En segundo lugar, su mezcla de indie y pop, junto con su voz dulce hacen de sus canciones algo mágico que te lleva a viajar con la mente.

Decididamente, Coeur de Pirate permanecerá en todas mis listas de reproducción durante mucho tiempo. Aparte de Francis, os recomiendo Place de la République, Golden Baby (que dio nombre a mi tumblr), Printemps y C'était salement romantique.

lunes, 16 de abril de 2012

All day and all night


Bajamos la calle medianamente rápido hasta llegar al tramo de la carretera en el que se cruza la línea del tranvía. Ninguno de los dos había dicho nada durante todo el trayecto. Pronto aprendí que Fred bien podía ser la persona más abierta del mundo, bien la más callada. No estaba segura de si él se daba cuenta de esto, pero lo cierto es que transmitía cierta contrariedad en todo lo que hacía. Una nunca podía estar segura de cuáles serían sus sentimientos o el modo en el que respondería a ciertas situaciones.
-Mira,ya viene por ahí- comenté, señalándolo. Estaba al final de la avenida, acercándose a nosotros a toda velocidad. Hice ademán de apresurarme, pero Fred me lo impidió, agarrándome de la muñeca.
-Aun no. Está demasiado lejos.
Fred no rebajó la presión sobre mi mano. Cinco o seis segundos después, me la apretó con más intensidad y chilló.
-¡Ahora!
Tiró de mí con fuerza. El tranvía estaba a menos de diez metros de nosotros. Ladeando levemente la cabeza, pude ver su morro metálico a punto de abalanzarse sobre nuestros cuerpos.
-¡Esto es de locos!- bramé mientras corríamos, dando grandes zancadas. Yo no podía dejar de pensar en que de un momento a otro tropezaría con los cordones y acabaríamos bajo aquel coloso gris.
Noté el aire cortándose violentamente a la altura de mi oreja. Escuché un FFSSSSSS agudo y penetrante y alguien que gritaba <<¡Cuidado!>>.  Cerré los ojos. Fred volvió a tirar de mí. Todo mi cuerpo temblaba, el corazón me latía a trescientas pulsaciones por minuto.
Permanecí quieta y silencio durante varios segundos. Luego suspiré y dirigí la vista a mis zapatillas de deporte. Al girarme, pude observar cómo el vehículo se alejaba.
-Si te mueres- le dije a Fred-, le diré a tu madre que eres un suicida.
Continuó nuestro camino con una sonrisa de medio lado. Otra peculiaridad en él era que no enseñaba mucho los dientes, a pesar de que no eran considerablemente grandes. Sus labios siempre se curvaban al sonreír, pero nunca se separaban.
-Y si te mueres tú- me respondió limpiándose las gafas con la manga de su americana negra-, le diré a la tuya que fue un desafortunado accidente. Esas cosas pasan.

domingo, 15 de abril de 2012

Ebook

Hace un par de meses, la escritora Danna Gatica propuso la realización de un ebook con relatos de varias autoras.
Yo participé con mi historia Acuarela naranja, cuya sinopsis podéis encontrar aquí.

Hoy, el ebook salió a la luz, y aunque aun no me ha dado tiempo a leerlo entero, se nota que el nivel es muy alto.

Por si os habéis quedado con la curiosidad, podéis leer todos los relatos en este enlace (Acuarela naranja está en la página 35).

¡Nos leemos! (: